//Joy, el perfume más caro del mundo
Gertrudis se da cuenta del robo del collar y la pulsera antes que Gerardo pueda venderlas, así que ahora tiene prohibido salir de la casa o entrar a la habitación de Gertrudis. Pero el hijo hace lo que se le antoja, sólo no bebe lo que quiere porque todo el alcohol está bajo llave. Estoy intranquila, lo he visto lanzarme miradas codiciosas cuando Gertrudis me aplica detrás de las orejas y mi aroma se esparce por toda la habitación. Por favor no me dejes sola con él, Gertrudis. Pero no me escucha.
Llevo tiempo esperando que esto pase. He visto como poco a poco se le enrojecen los ojos y me mira, me sigue y no puede dejar de pensar en mí. A todas horas se aparece, acosándome, esperando que Gertrudis olvide su presencia para tenerme. Finalmente, después de otro intento fallido de abrir el gabinete, se decide. Me sujeta con dedos grasosos y mi tapa va a dar a la alfombra. Murmura: Salud, y luego echa la cabeza para atrás y se roba mi aroma en un solo trago. Al terminar conmigo, al tirarme al suelo, escucho que dice: Sabe a mierda.
/ / icepack
//categorías = //literatura//textos
estoy // visitando tagcloud // leyendo la perla y otros cuentos por yukio mishima // escribiendo sk16, grítame // Corrigiendo fuego // Bajando Prison Break 01x06 // Escuchando Yellowcard - Ocean Avenue //
0 Comments:
Post a Comment